Este verano ha sido especial...muy especial, no sólo porque al estar de baja nuestro verano ha sido mucho más largó, a diferencia de las tres estresantes semanas de otros años, hemos tenido tiempo para muchas cosas, pero sobretodo no hemos tenido que montar logísticas extrañas cuando se acaba el colé.... .....pero lo más importante es que hemos disfrutado de cada minuto de nuestro tostóncito, lo hemos llevado a la playa por primera vez, lo hemos bañado en la piscina, y lo hemos visto crecer.... Es impresionante como cambian los bebés día a día.
Empezamos el verano con la princesa montando en bici sin ruedines, como crece madre!!!.
Y hemos acabado disfrutando viéndolas relacionarse, la pequeña va creciendo y busca a su hermana, le observa, le mira, y le cambia la cara, cuando la ve se dibuja una sonrisa imposible de borrar, a la espera de que le diga algo, de que le cante algo o le deleite con alguna payasada.... Y entonces se obra el milagro...la carcajada, que nos hace sonreír a todos.
Por su parte la princesa grande ejerce a la perfección su papel de hermana mayor, y esta como loca, es pasión absoluta lo que sienten la una por la otra.
El mejor regalo que le puedes hacer a un hijo es un hermano.
Alguien me dijo eso alguna vez y hoy por hoy estoy totalmente de acuerdo.
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