Lo bueno del frío siberiano, es que te asustan tanto que te da miedo salir a la calle, ¡que exagerados por Dios, por lo menos aquí no es para tanto.Nos ha servido de excusa para hacer cosas calentitos en casa.
Una cosa muy fácil que le ayuda mucho a mantener la concentración es este fantástico collar de macarrones.
le enhebré una aguja, la mas gorda, en una cinta y a pasar macarrones.
Y después a pintarlo. Hasta ahora mi niña, que es muy organizada, jamas había mezclado los colores, así que aprendimos cosas nuevas.
Si mezclamos el amarillo y el azul, sale ¡verde!
Se animo, mezclo todos con todos y marraneó el papel ¡.Estaba entusiasmada!
le quedo fantástico, aunque yo no sea demasiado objetiva, ja ja!!
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